Christian Retamal.
El concepto de frontera, que en el apogeo moderno parecía designar realidades inmutables, sólidas y por lo mismo estabilizadoras de la realidad, se ha vuelto polisémico. Esto no es sólo producto del asalto de las políticas de la identidad a las bases de la modernidad ilustrada, sino que en un sentido más profundo corresponde a una transición de rango ontológico producto de la globalización en marcha. En efecto, la globalización puede ser interpretada como la diseminación de la modernidad tardía bajo la forma de un capitalismo hegemónico.